El Loryc sardina resucita - Capítulo 31

 Viene del capítulo anterior: El Loryc sardinaresucita - Capítulo 30

 

 

CARROCERIA DEL LORYC SARDINA –  Capítulo 31

 

El deflector de aire se colocó en algunos E.H.P. de carreras después de ganar el 1er Gran Premio de Francia de autociclos en Junio de 1921.

 

III Gran Premio de La Union Motociclista de Francia de autociclos, que se corrió en Le Mans en Septiembre de 1921.

Arriba el autociclo E.H.P. pilotado por Charles Chabreiron, con el nº 18

El autociclo E.H.P. pilotado por Eugéne Franquebalme, con el nº 7

Primero Giorgio construye con alambre de acero el maniquí del deflector, para dar la forma correcta.

Para luego ir componiendo, con chapa de aluminio, las diferentes curvas que componen el deflector. Estas chapas, cuando tengan la curvatura correcta se irán soldando entre sí. La explicación es muy sencilla, pero hacerlo es algo más complejo y solamente al alcance de manos expertas.

Aquí debajo os muestro el vídeo que hemos editado

¿Os gusta cómo ha quedado?

 

 

Próximo capítulo dentro de una semana …

El Loryc sardina resucita - Capítulo 30

Viene del capítulo anterior: El Loryc sardina resucita - Capítulo 29

 

CARROCERIA DEL LORYC SARDINA –  Capítulo 30

Le llegó el turno al salpicadero. Si nunca te preguntaste el porqué de este curioso nombre, como tantos detalles en la automoción, proviene del tiempo de los carros tirados por animales y de caminos cubiertos de barro. Una prolongación del carro a los pies del conductor hacía de protección contra las salpicaduras de barro.

 

El salpicadero, en el que los automóviles modernos llevan los cuadros de instrumentos, medidores y demás, en 1920 eran, sobre todo en este tipo de vehículos, bastante sencillos.

 

Comprobamos algunas fotos, como venimos haciendo en toda esta reconstrucción.

Sobre estas líneas, la foto muestra el salpicadero de un Loryc de serie.

En esta otra foto, sobre esta línea, se ve el salpicadero de un E.H.P. de carreras en 1921, en Francia. Puede verse con bastante detalle el deflector de aire que se añadió, y cuya construcción podrá verse en el próximo capítulo.

Faltará un reloj horario y el cuenta-vueltas que consiguió Mateu. Este cuenta-vueltas se usaba en las carreras para poder contabilizar las vueltas que se llevaban dadas al circuito y evitar errores.  Se accionaba a mano, y la foto de debajo lo muestra.

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El Loryc sardina resucita - Capítulo 29

 Viene del capítulo anterior: El Loryc sardina resucita - Capítulo 28

 

 CARROCERIA DEL LORYC SARDINA –  Capítulo 29

Los trabajos avanzan que da gusto, y Mateu no puede esperar a experimentar las sensaciones de montar su “pura sangre”. En las fotos de debajo: Mateu al volante y Joaquín en el asiento del mecánico.

La vista trasera del Loryc es realmente bella, con su cola en forma de “bateau” o barca.

La tapa del compartimento trasero ha quedado formidable, y las líneas generales nos transportan cien años atrás en la historia de la automoción.

Los asientos son fieles a las baquets originales de la época, y muy cómodos, mostrando la posición “decalée”. Para facilitar la acomodación de piloto y mecánico en tan reducido espacio.

El Loryc a falta del guardabarros delantero derecho. Todavía falta algo de trabajo.

En la foto, Joaquín, Mateu, Jaume (tapicero) y Giorgio (carrocero).

 El suelo del habitáculo necesita el tratamiento con betún de Judea.

Giorgio y Jaume acuerdan la forma de abordar el acabado de los perfiles (reposabrazos).

Mateu posa con su querido Loryc. Hay muchas ganas de acabarlo ya, aunque sabemos que el auténtico disfrute está también en el camino. Desde 2003, cuando comenzó esta aventura, el trabajo ha sido arduo y meticuloso. Son 13 años ya, llenos de ilusión y compromiso por un proyecto apasionante, de ahí el orgullo de Mateu que refleja la foto.

 

 

Próximo capítulo dentro de una semana …

El Loryc sardina resucita - Capítulo 28

 

Viene del capítulo anterior: El Loryc sardina resucita - Capítulo 27

  

CARROCERIA DEL LORYC SARDINA –  Capítulo 28

 

El estribo queda patente en un par de fotos. Es difícil ver la forma exacta, pero hay que fijarse hasta en las sombras en las pocas fotografías que quedan y que permiten adivinarla.

Este estribo evitará resbalar al subir o bajar del vehículo, aún con el estribo mojado. Tiene la misma forma y está sujeto al chasis de la misma forma que el original.

 

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