Viene del capítulo 11: El Loryc sardina resucita - Capítulo 11
TRANSMISIÓN DEL LORYC SARDINA
Túnel de la transmisión visto
desde la posición del motor en el chasis.
Diferencial mostrando sus
engranajes internos que se encuentran aparentemente en perfecto estado.
Mateu conseguirá un bidón de
Valvoline. El mismo aceite lubricante usado en la época del vehículo. Un aceite
muy denso que debe ser calentado previamente para dosificarlo.
Mateu toma medidas para instalar
los anclajes de la suspensión cantiléver trasera.
El diferencial de camino a
anclarse a la caja de cambios.
Los paliers están en perfectas
condiciones, después de una limpieza a fondo y nuevo engrase. Los soportes de
los bujes han tenido que modificarse añadiendo material, ya que habían sido
modificados para anclar unas ruedas que no les correspondían. Eso puede leerse
en el capítulo 5.
El flector de piel, que conecta
el eje motriz con la caja de cambios se ha calcado del original, usando
aquellas piezas salvables.
La cardan evita que los elementos
sufran innecesariamente... ya se sabe que las carreteras en 1920 eran pistas de
tierra y piedras con todos los baches posibles.
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