domingo, 22 de marzo de 2020

El Loryc sardina resucita - Capítulo 5



PALIERS Y FRENOS DE LA SARDINA


Los tambores de los frenos traseros guardaban una sorpresa. Cuando, en algún momento fueron sustituidas las ruedas, las traseras se atornillaron directamente a los tambores de freno, por lo que se añadieron unos tacos de madera que hacían de separadores para conseguir la misma distancia entre ruedas y evitar roces.



Observamos que los tambores son más generosos que los originales. Más grandes, y presentan unas aletas para ayudar a la refrigeración.



El soporte de buje, que se ve sobre el tambor del freno,  una vez retirados los tacos de madera o separadores, servirá para hacer los nuevos soportes.

La verdad es que estamos simplificando mucho las explicaciones, ya que todo el proceso es extremadamente laborioso y minucioso.


Platos y tambores de los frenos

Paliers cónicos y soportes de buje con material añadido
Los paliers están en buenas condiciones y no han necesitado más que limpieza y engrase.



Haciendo el roscado a los soportes de los bujes







Las fotografías muestran paso a paso el montaje de los frenos, el plato, la leva y las zapatas forradas.






Recuperando el anclaje del eje de la leva de freno



El tambor y el soporte de buje ya colocados

El eje de la leva de freno ya colocado
Las levas de accionamiento de los frenos van desde el pedal de freno y desde el freno de mano con sus respectivas varillas. Originalmente, el autociclo E.H.P. mostraba una disposición con anclajes como muestra la foto de abajo.




Sin embargo, esta disposición de los anclajes y las levas de freno no se encuentran así en “la sardina”. No se hallaron los anclajes originales, puesto que con el tiempo el vehículo de carreras fue transformado en turismo, y los frenos, ya fuera por falta de piezas o por simplificar, pasaron a ser accionados por cables. Sospechamos que la disposición de levas se vio obligada a mejorar para los vehículos de competición (como sigue ocurriendo, la competición mejora los elementos que acaban incorporándose a los vehículos de uso diario).





El freno de mano acciona ahora una leva anclada al mismo eje que acciona el pedal de pie. Cuando se pisa el pedal del freno la leva del freno de mano avanza, lo que se facilita con un margen de unos 5cm, que puede verse en la foto de abajo, junto al anclaje (varilla negra).






El freno de mano se ha reconstruido con las holguras necesarias a fin de conseguir la posición original con los tensores independientes, según se ve en las fotos de arriba.


Las fotos de abajo muestran la conexión entre las levas, del eje por una varilla a cada lado de la transmisión.



Leva que actúa desde el anclaje hacia el eje trasero




La tuerca de seguridad que evitará que perdamos la rueda


Y nuevas tuercas de seguridad, que se han calcado de una de las originales. Faltará niquelarlas, para que no se ennegrezcan. La llave para estas tuercas, que se ve en la foto, es la original de un E.H.P. de 1921, propiedad de Mateu, que está sirviendo como referencia en la resurrección del Loryc sardina, por tener muchos elementos comunes.


En la foto Mateu señala el sistema de anclaje que se acciona al atornillar desde el exterior



Continúa en el siguiente capítulo:  El Loryc sardina resucita - Capítulo 6

domingo, 8 de marzo de 2020

El Loryc sardina resucita - Capítulo 4



Viene del capítulo anterior: Loryc sardina - Capítulo 3

RUEDAS DEL LORYC SARDINA

Ruedas y bujes

Las ruedas encontradas con los restos del Loryc no correspondían al coche. Os dejo un par de fotos debajo.


Sinembargo, Mateu descubre que esas ruedas macizas muestran restos de algo sospechoso.

Los ejes de estas ruedas muestran los orificios donde en algún momento albergaron los radios, 40 radios ajustables. Parece que antes de llevar estas ruedas llevó otras de radios, cuyos bujes han sido integrados en estas ruedas.

Con la idea de recuperar los bujes originales, Mateu recorta la parte central de las mismas.









La mayoría de aficionados a los coches clásicos hubieran desechado la idea de extraer los bujes escondidos dentro de estas ruedas.


La foto de arriba muestra los bujes extraídos de las ruedas, ya arreglados. Una auténtica locura, pero ya he comentado que Mateu quiere que se conserve el mayor número de piezas originales, y su entusiasmo no tiene límites. Muchas piezas no se ven si no se desmonta el coche, y todas las que se han podido salvar, aun suponiendo un coste elevado,  se han reconstruido o restaurado.



El tornero, Cosme Vidal Sitjar, acaba de ajustar los bujes recuperados. Un profesional entregado, muy querido en Campos.
Escrito con posterioridad al artículo: Nos comunican que ha fallecido el 29 de Julio de 2021 de covid, después de luchar durante un mes en el hospital. Descanse En Paz. Comunicamos desde aquí nuestro pésame a la familia.

Y con los bujes extraídos y reparados, pide nuevas ruedas a un profesional del gremio en Cardiff (Reino Unido).



Las ruedas nuevas, utilizando los bujes recuperados han quedado en estado de revista.

Las ruedas originales de los autociclos E.H.P., eran de medidas 650 x 65, que son las mismas que trajo “la sardina” hasta Mallorca. Sin embargo, por comodidad y por estandarizar con la propia marca Loryc, se cambiaron a la medida 710 x 90.



Chabreiron conduce el E.H.P. de carreras en la carrera en cuesta de Argenteuil de 1921

Debemos tener en cuenta que el modelo de carreras de E.H.P. de 1921, antes de que se patentara como modelo B6, había competido ya, en tan solo dos meses, el 10 de Abril gana la carrera en cuesta de Argenteuil, el 6 de Junio gana la carrera en cuesta de Ernemont, y el 26 de Junio gana el Gran Premio de Francia de autociclos en Provins. E.H.P. siguió consiguiendo éxitos en los meses siguientes. El modelo se patentó en Agosto, y la sardina se matricula el 24 de Diciembre en Palma. Todas las mejoras, fruto de la experimentación en la competición se habían ido aplicando al vehículo de carreras.


El color de los neumáticos


En un principio al ver las fotografías de los Loryc, pensé que los neumáticos debían ser de color blanco, o mejor dicho, del color natural del caucho. Los primeros neumáticos eran de color caucho, pero tenían el problema de que se desgastaban muy rápido, por lo que los fabricantes añadieron polvo de carbón y otros componentes al caucho para hacerlo más resistente al desgaste y que diera mejores prestaciones, lo que los oscurecía hasta hacerlos negros.

En una reciente conversación con un fabricante de neumáticos para coches clásicos nos dijeron que en 1921 los neumáticos ya no se fabricaban en color natural, y que sin embargo, por cuestiones estéticas, lo que se hacía era pintarlos de blanco. De este modo, tras una carrera, el neumático que aparentaba ser de color negro, la superficie que tocaba el suelo quedaba de color negro, y no era por el asfalto, ya que la mayoría de carreteras y caminos eran de tierra, sino que había perdido la pintura blanca por el roce.





De modo que nos quedamos más tranquilos al saber que no cometemos ninguna aberración al darle neumáticos de color negro a “la sardina”. Siempre podemos pintarlos de blanco.

El siguiente capítulo, siguiendo el enlace: El Loryc sardina resucita - Capítulo 5