domingo, 23 de febrero de 2020

El Loryc sardina resucita - Capítulo 3


Viene del capitulo anterior: El Loryc sardina resucita - capítulo 2

RUEDAS Y BUJES TRASEROS


El Loryc de 1921, así como el EHP del mismo año, no tiene frenos en las ruedas delanteras. Tan solo frenan las ruedas traseras.

Comprobamos, revisando información del lanzamiento del modelo B6 de E.H.P. de 1921, en el que está basado el Loryc, cuyas ruedas traseras tienen integrados los tambores de freno. Eso puede verse fácilmente ya que los radios interiores se anclan al tambor de freno. Por este motivo, las ruedas traseras no eran intercambiables con las delanteras.











Buje trasero de E.H.P. de 1921








Buje trasero de la sardina al llegar a Mallorca


Los motivos de este tipo de construcción pudieron ser la economía y la facilidad de producción.


Este hecho nos pasó desapercibido al principio, ya que no es común en los vehículos de años posteriores, y fue algo que se cambió después de la IV Vuelta a Cataluña en Marzo de 1922. Basta imaginar la complicación que suponía tener que llevar ruedas recambio de los dos tipos (delantera, y trasera con tambor). O en su defecto, tener que cambiar la cámara.


Sobre estas líneas la fotografía aparecida en el Heraldo Deportivo, correspondiente al chasis mostrado en el Salón del Automóvil de Barcelona en Junio de 1922. Se puede observar que los radios van montados sobre el tambor de freno.



Arriba, Loryc sardina en la IV Vuelta a Cataluña, en Marzo de 1922


Sobre estas líneas, Loryc sardina en la línea de salida del Trofeo Armangué en Mayo de 1922, ya con las ruedas traseras independientes del tambor de freno. También han desparecido los guardabarros y los faros (para esta prueba innecesarios).


La resurrección de “la sardina” (puesto que enterrados sus restos, se la podía entender como muerta) Mateu decidió que se reconstruiría para que quedara en el estado que tuvo al representar a la escudería Loryc en las competiciones deportivas de 1922, con los guardabarros pero con las ruedas independientes de los tambores de freno, para facilitar los cambios.


Continúa siguiendo el enlace: El Loryc sardina resucita - Capítulo 4

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